martes, 3 de junio de 2008

La política cínica del imperio

Fidel Castro Ruz , Mayo 25 de 2008 10 y 35 p.m.

No sería honesto de mi parte guardar silencio después del discurso de Obama la tarde del 23 de mayo ante la Fundación Cubano-Americana, creada por Ronald Reagan. Lo escuché, como hice con el de McCain y el de Bush. No guardo rencor hacia su persona, porque no ha sido responsable de los crímenes cometidos contra Cuba y la humanidad. Si lo defendiera, les haría un enorme favor a sus adversarios. No temo por ello criticarlo y expresar con franqueza mis puntos de vista sobre sus palabras.

¿Qué afirmó?

"A través de mi vida ha habido injusticia y represión en Cuba, y nunca durante mi vida el pueblo ha conocido la verdadera libertad, nunca en la vida de dos generaciones ha conocido el pueblo de Cuba una democracia… no hemos visto elecciones durante 50 años… Nosotros no vamos a soportar estas injusticias, juntos vamos a buscar la libertad para Cuba," les expresa a los anexionistas y continúa: "Esa es mi palabra. Ese es mi compromiso… es hora de que el dinero estadounidense haga que el pueblo cubano sea menos dependiente del régimen de Castro. Voy a mantener el embargo…"

El contenido de las palabras de este fuerte candidato a la Presidencia de Estados Unidos, me exonera de la necesidad de explicar el porqué de esta reflexión.

El propio José Hernández, uno de los directivos de la Fundación Cubano-Americana al que Obama elogia en su discurso, era el propietario del fusil automático de calibre 50, mirilla telescópica y rayos infrarrojos capturado por casualidad junto a otras mortíferas armas, durante su transportació n por mar hacia Venezuela, donde la Fundación proyectó asesinar al que esto escribe en una reunión internacional que tuvo lugar en Margarita, estado venezolano de Nueva Esparta.

El grupo de Pepe Hernández deseaba volver al pacto con Clinton, a quien el clan de Mas Canosa traicionó, ofreciéndole mediante fraude la victoria a Bush en el 2000 porque había prometido asesinar a Castro, algo que todos aceptaron gustosos. Son rejuegos políticos propios del sistema decadente y contradictorio de Estados Unidos.

El discurso del candidato Obama se puede traducir en una fórmula de hambre para la nación, las remesas como limosnas, y las visitas a Cuba en propaganda para el consumismo y el modo de vida insostenible que lo sustenta.

¿Cómo va a enfrentar el gravísimo problema de la crisis alimentaria? Los granos hay que distribuirlos entre los seres humanos, los animales domésticos y los peces, que de año en año son cada vez más pequeños y más escasos en los mares sobreexplotados por los grandes arrastreros a los que ningún organismo internacional fue capaz de frenar. No es fácil producir carne a partir del gas y el petróleo. El propio Obama sobreestima las posibilidades de la tecnología en la lucha contra el cambio climático, aunque está más consciente que Bush de los riesgos y del escaso tiempo disponible. Podría asesorarse con Gore, que es también demócrata y dejó de ser candidato, porque conoce bien el ritmo acelerado en que se incrementa el calentamiento. Su cercano rival político aunque no aspirante, Bill Clinton, experto en leyes extraterritoriales como la Helms-Burton y la Torricelli, puede asesorarlo en un tema como el bloqueo, que prometió erradicar y nunca cumplió.

¿Cómo se expresó en su discurso de Miami el que sin duda es, desde el punto de vista social y humano, el más avanzado candidato a la postulación presidencial en Estados Unidos? "Durante 200 años" —dijo— "Estados Unidos ha dejado en claro que no vamos a soportar la intervención en nuestro hemisferio, sin embargo debemos ver que hay una intervención importante, el hambre, la enfermedad, la desesperación. Desde Haití hasta Perú podemos hacer algo mejor las cosas y debemos hacerlo, no podemos aceptar la globalización de los estómagos vacíos¼ " ¡Magnífica definición de la globalización imperialista: la de los estómagos vacíos! Debemos agradecérselo; pero hace 200 años Bolívar luchó por la unidad de América Latina y hace más de 100 años Martí dio su vida combatiendo contra la anexión de Cuba a Estados Unidos. ¿Dónde están las diferencias entre lo que proclamó Monroe y lo que dos siglos después proclama y reivindica Obama en su discurso?

"Tendremos un enviado especial de la Casa Blanca, como lo hizo Bill Clinton" —expresó casi al concluir— " ...vamos a ampliar el Cuerpo de Paz y les vamos a pedir a más jóvenes que hagan que nuestros vínculos con las gentes se hagan más fuertes y quizás más importantes. Podemos forjar el futuro, y no dejar que el futuro nos forje a nosotros." Es una bella frase, porque admite la idea, o al menos el temor, de que la historia hace a los personajes y no al revés.

Los Estados Unidos de hoy no tienen nada que ver con la declaración de principios de Filadelfia formulada por las 13 colonias que se rebelaron contra el colonialismo inglés. Hoy constituyen un gigantesco imperio, que no pasaba en aquel momento por la mente de sus fundadores. Nada cambió sin embargo para los indios y los esclavos. Los primeros fueron exterminados a medida que la nación se extendía; los segundos continuaron siendo objeto de subastas en los mercados —hombres, mujeres y niños— durante casi un siglo, a pesar de que "todos los hombres nacen libres e iguales", como afirma la declaración. Las condiciones objetivas en el planeta favorecieron el desarrollo de ese sistema.

Obama en su discurso atribuye a la Revolución Cubana un carácter antidemocrático y carente de respeto a la libertad y los derechos humanos. Es exactamente el argumento que, casi sin excepción, utilizaron las administraciones de Estados Unidos para justificar sus crímenes contra nuestra patria. El bloqueo mismo, por sí solo, es genocida. No deseo que los niños norteamericanos se eduquen en esa bochornosa ética.

La revolución armada en nuestro país no habría sido tal vez necesaria sin la intervención militar, la Enmienda Platt y el coloniaje económico que esta trajo a la isla.

La Revolución fue producto del dominio imperial. No se nos puede acusar de haberla impuesto. Los cambios verdaderos pudieron y debieron originarse en Estados Unidos. Sus propios obreros, hace más de un siglo, lanzaron la demanda de las ocho horas, hija de la productividad del trabajo.

Lo primero que los líderes de la Revolución Cubana aprendimos de Martí fue creer y actuar en nombre de una organización fundada para llevar a cabo una revolución. Siempre dispusimos de facultades previas y, una vez institucionalizada, fuimos elegidos con la participación de más del 90 por ciento de los electores, como es ya costumbre en Cuba, y no la ridícula participación que muchas veces, como en Estados Unidos, no llega al 50 por ciento de los electores. Ningún otro país pequeño y bloqueado como el nuestro habría sido capaz de resistir tanto tiempo, a base de ambición, vanidad, engaño o abusos de autoridad, un poder como el de su vecino. Afirmarlo constituye un insulto a la inteligencia de nuestro heroico pueblo.

No cuestiono la aguda inteligencia de Obama, su capacidad polémica y su espíritu de trabajo. Domina las técnicas de comunicación y está por encima de sus rivales en la competencia electoral. Observo con simpatía a su esposa y sus niñas, que lo acompañan y animan todos los martes; es sin duda un cuadro humano agradable. No obstante, me veo obligado a varias delicadas preguntas, aunque no pretendo respuestas, únicamente consignarlas.

1º ¿Es correcto que el Presidente de Estados Unidos ordene el asesinato de cualquier persona en el mundo, sea cual fuere el pretexto?

2º ¿Es ético que el Presidente de Estados Unidos ordene torturar a otros seres humanos?

3º ¿Es el terrorismo de estado un instrumento que debe utilizar un país tan poderoso como Estados Unidos para que exista la paz en el planeta?

4º ¿Es buena y honorable una Ley de Ajuste que se aplica como castigo a un solo país, Cuba, para desestabilizarlo, aunque cueste la vida a niños y madres inocentes? Si es buena, ¿por qué no se aplica el derecho automático de residencia a los haitianos, dominicanos y demás países del Caribe, y se hace lo mismo con los mexicanos, centroamericanos y suramericanos, que mueren como moscas en el muro de la frontera mexicana o en aguas del Atlántico y el Pacífico?

5º ¿Puede Estados Unidos prescindir de los inmigrantes, que cultivan vegetales, frutas, almendras y otras exquisiteces para los norteamericanos? ¿Quién barrería sus calles, prestaría servicios domésticos y realizarían los peores y menos remunerados trabajos?

6º ¿Son justas las redadas de indocumentados que afectan incluso a niños nacidos en Estados Unidos?

7º ¿Es moral y justificable el robo de cerebros y la continua extracción de las mejores inteligencias científicas e intelectuales de los países pobres?

8º Usted afirma, como recordé al inicio de esta reflexión, que su país advirtió hace tiempo a las potencias europeas que no admitiría intervenciones en el hemisferio, y a la vez reitera la demanda de ese derecho, reclamando al mismo tiempo el de intervenir en cualquier parte del mundo con el apoyo de cientos de bases militares, fuerzas navales, aéreas y espaciales distribuidas en el planeta. Le pregunto, ¿es esa la forma en que Estados Unidos expresa su respeto por la libertad, la democracia y los derechos humanos?

9º ¿Es justo atacar sorpresiva y preventivamente sesenta o más oscuros rincones del mundo, como los llama Bush, sea cual fuere el pretexto?

10º ¿Es honorable y cuerdo invertir millones de millones de dólares en el complejo militar industrial para producir armas que pueden liquidar varias veces la vida en la Tierra?

Usted debiera conocer, antes de juzgar a nuestro país, que Cuba, con sus programas de educación, salud, deportes, cultura y ciencias, aplicados no sólo en su propio territorio sino también en otros países pobres del mundo, y la sangre derramada en solidaridad con otros pueblos, a pesar del bloqueo económico y financiero y las agresiones de su poderoso país, constituye una prueba de que puede hacerse mucho con muy poco. Ni a nuestra mejor aliada, la URSS, le fue permitido trazar nuestro destino.

Para cooperar con otros países, Estados Unidos sólo puede enviar profesionales vinculados a la disciplina militar. No puede hacerlo de otra forma, porque carece de personal en número suficiente dispuesto a sacrificarse por otros y ofrecer apoyo significativo a un país con dificultades, aunque en Cuba hemos conocido y han cooperado con nosotros excelentes médicos norteamericanos. Ellos no tienen la culpa porque la sociedad no los educa masivamente en ese espíritu.

La cooperación de nuestro país nunca la hemos subordinado a requisitos ideológicos. Se la ofrecimos a Estados Unidos cuando el Katrina golpeó duramente la ciudad de Nueva Orleans. Nuestra brigada médica internacionalista lleva el nombre glorioso de Henry Reeve, un joven nacido en ese país que luchó y murió por la soberanía de Cuba en la primera guerra por nuestra independencia.

Nuestra Revolución puede convocar a decenas de miles de médicos y técnicos de la salud. Puede convocar de forma igualmente masiva a maestros y ciudadanos dispuestos a marchar a cualquier rincón del mundo, para cualquier noble propósito. No para usurpar derechos ni conquistar materias primas.

En la buena voluntad y disposición de las personas hay infinitos recursos que no se guardan ni caben en las bóvedas de un banco. No emanan de la política cínica de un imperio.


Tomado de: @DIN Pronto, Claro, Bien. Agencia Digital Independiente de Noticias http://agenciadin. com.ar


DDHH-COLOMBIA: Extradiciones son un golpe a la verdad

Por Constanza Vieira*

BOGOTÁ, 13 may (IPS) - En una operación iniciada en silencio y a la medianoche en tres cárceles de Colombia, y concluida con la primera luz del alba de este martes, fueron extraditados a Estados Unidos 14 ex jefes paramilitares, presuntos o confesos criminales de guerra, que la justicia estadounidense pide por narcotráfico.

Todos tenían suspendida la orden de extradición mientras acataran la Ley de Justicia y Paz, aprobada en 2005 para regir la desmovilización de bandas paramilitares de ultraderecha responsables, según la Organización de las Naciones Unidas, de 80 por ciento de crímenes cometidos en la guerra civil colombiana.

El presidente Álvaro Uribe justificó la medida porque los ex jefes paramilitares siguieron delinquiendo tras su desmovilización, otros no estaban confesando sus delitos y "todos incumplían con la reparación de las víctimas al ocultar bienes o demorar su entrega".

"La verdad manipulada deja de ser verdad. La verdad tiene que decirse sin cálculos en el tiempo, sin dilaciones", señaló el presidente.

Agregó que "el gobierno ha pedido, y los Estados Unidos han aceptado, que la riqueza que las personas extraditadas entreguen por acuerdos con jueces de ese país se dedique a reparar a las víctimas colombianas".

"Nada se opone a que la reparación moral se lleve a cabo desde los Estados Unidos", enfatizó para tranquilizar a casi cuatro millones de personas, la mayoría desplazadas por acción de estos grupos.

Sorprendido por su extradición, Rodrigo Tovar, alias "Jorge 40", azote del pueblo indígena kankuamo en la norteña Sierra Nevada de Santa Marta, gritó que los habían traicionado y lanzó un improperio, lo cual mostraría que no hubo negociación para extraditarlos.

Según su abogado, Hernando Bocanegra, los paramilitares estaban dando la verdad "gota a gota" porque así fue diseñada la Ley de Justicia y Paz.

Cada uno de los 200 ó 250 sobrevivientes o familiares de las víctimas presentes en las sesiones de confesión tenían derecho a preguntar a su defendido por su ser querido inmolado. Si tenía conocimiento directo del caso, el procesado podía contestar; si no, inquiría a sus subalternos, y "esa era la demora", relató.

"Ellos estaban hablando", por eso "eran tan lentas estas versiones libres", como se ha llamado a la etapa de confesión, señaló Bocanegra. "Había un cronograma que se estaba cumpliendo. Estaban en el punto de asesinatos, masacres y genocidios".

Algunos comenzaban a relatar sobre su acción conjunta con unidades militares, otro punto en el cronograma. Otros ya habían anunciado que implicarían a empresarios.

Entre los extraditados están el ex comandante de los paramilitares Salvatore Mancuso, Diego Murillo, alias "Don Berna", heredero del extinto narcotraficante Pablo Escobar, y el jefe del lado norte de la Sierra Nevada de Santa Marta, Hernán Giraldo.

El portavoz del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, Iván Cepeda, advirtió a la prensa que la medida afecta "gravemente" los derechos de los sobrevivientes y busca impedir que los paramilitares continúen dando los nombres de sus cómplices e instigadores, políticos, militares y empresarios.

Eduardo Carreño, vicepresidente del no gubernamental Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, dijo a IPS que "la medida confirma lo que hemos dicho desde el principio: que un Congreso legislativo con fuerte presencia paramilitar legisló en causa propia, y que las víctimas son las grandes olvidadas en este proceso".

Al menos 63 parlamentarios, casi todos oficialistas, están bajo investigación por sus vínculos con los paramilitares, en un proceso judicial conocido como la "parapolítica".

Entre ellos está preso el primo del presidente y su principal aliado político, el ex senador Mario Uribe.

Carreño señaló que "con las víctimas nunca se dialogó, nunca se les ofreció garantías ni se respetará la no repetición" de crímenes de guerra, como las masacres, la desaparición, las torturas horrendas, los asesinatos de líderes populares y personas del común, y el desplazamiento forzado para apropiarse de las tierras del campesinado.

Según los paramilitares y quienes los justifican, estos actos fueron cometidos contra "subversivos", es decir colaboradores de la guerrilla izquierdista surgida en los años 60.

"Pensar que desde Estados Unidos se logre la reparación de las víctimas es una falacia total. Pensar que ahora las víctimas tendrán que tramitar pasaportes y solicitar visas (a Estados Unidos) es un imposible", en caso de que sobrevivientes y familias afectadas quisieran buscar justicia en ese país, dijo Carreño.

"Es una burla total", dijo a IPS Gustavo Gallón, director de la humanitaria Comisión Colombia de Juristas. "La cuestión era clara. Si realmente estaban delinquiendo tras la desmovilización, como lo estaban haciendo, pasaban a justicia ordinaria, como está previsto en Justicia y Paz", donde en lugar de penas máximas de ocho años tendrían que pagar 40.

El gobierno colombiano dice que los procesos de la Ley de Justicia y Paz continuarán en Estados Unidos, a donde enviará a fiscales y abogados para tomar declaraciones de los ex jefes paramilitares.

Santiago Rodríguez, quien fue defensor del narcotraficante colombiano Hernando Gómez Bustamante, alias "Rasguño", extraditado a Estados Unidos en julio de 2007 tras ser deportado a Colombia desde Cuba, recordó que no se puede juzgar por los mismos hechos a una persona en dos lugares distintos.

Y además, todo lo que digan los extraditados, a partir de este momento puede ser usado en su contra.

"Yo no permitiría a un cliente mío hablar" sobre crímenes cometidos en Colombia adicionales al narcotráfico, dijo el jurista Rodríguez desde Estados Unidos en entrevista telefónica con la bogotana W Radio.

Sólo lo aceptaría si mediara un acuerdo escrito y aprobado por el Departamento de Justicia estadounidense, sobre protección ante cualquier proceso que pudiera ser usado contra un defendido suyo.

Según el estadounidense Código de Evidencia en la sección 404 P, detalló el abogado Rodríguez, si un acusado, mientras es juzgado, admite en otro proceso delitos que no hacen parte de la acusación en Estados Unidos (como las confesiones en las que se basa la Ley de Justicia y Paz), esas admisiones pueden tornarse evidencia contra el procesado.

En síntesis, los ex jefes paramilitares extraditados no tendrían por qué colaborar con la justicia colombiana, porque esto les puede complicar su situación legal en Estados Unidos. "Tendría que haber protecciones por escrito", reiteró el jurista.

Para el senador colombiano izquierdista Gustavo Petro, con estas extradiciones, el presidente Uribe "dio varios golpes en uno solo". "El primer golpe es contra la verdad", dijo a IPS.

"Si Uribe dice que hay un pacto con Estados Unidos" para que los procesos por crímenes de guerra continúen en ese país, que no reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, "es un pacto secreto porque nadie lo conoce. El interés de Estados Unidos es controlar el narcotráfico, nada más", expresó.

"El segundo golpe es contra las víctimas y la posibilidad de una reparación, que se aleja al no conocerse la verdad", y "el tercero es contra la justicia colombiana", señaló el senador, porque con esta decisión, el presidente "desconoce la justicia colombiana y reconoce la justicia estadounidense", estimó Petro.

Por su parte, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), creada en el marco de la Ley de Justicia y Paz, instó a "firmar un acuerdo de cooperación entre el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Fiscalía General de la Nación de Colombia, para que los derechos de las víctimas ocupen un lugar central en la agenda judicial".

Otro acuerdo que habría que pactar, según la CNRR, debe garantizar con "certeza" que las víctimas "puedan adelantar tanto sus demandas civiles como penales contra los jefes paramilitares extraditados y así garantizar la plenitud de sus derechos".

*Con aportes de Helda Martínez (Bogotá).(FIN/2008) Tomado de: http://ipsnoticias.net



PIEDAD CÓRDOBA: ''AMANECERÁ Y VEREMOS'
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[ 05/23/2008] [ ] [ Autor: Telesur]

"Yo me atengo a la verdad, a lo que he hecho, a lo que el país conoce. Y como dice el dicho popular: 'amanecerá y veremos'".

La senadora liberal concuerda con Carlos Lozano respecto a que las acusaciones contra tres congresistas, tres periodistas, un ex candidato presidencial, una activista y tres extranjeros, hacen parte de una maniobra para quitarle notoriedad a los escándalos de la ''narcoparapolítica''.
A la senadora colombiana Piedad Córdoba, quien fuera facilitadora de un acuerdo humanitario durante la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, no le sorprende la apertura de investigaciones sobre supuestos vínculos con las FARC anunciada más temprano por la Fiscalía General de su país.

Tampoco se siente amedrentada en su tarea de buscar la paz para Colombia por la vía del diálogo, porque se atiene "a la verdad y a la justicia".

Según dijo a TeleSUR en un contacto telefónico desde Bogotá, la noticia "no es sorprendente ni es sorpresiva, es apenas fruto natural del proceso que está viviendo internamente el país, con un Gobierno que fue calificado de régimen mafioso, en una circunstancias que cada vez más lo ponen contra la pared".

"Quiero pensar que se actúa en derecho, como se actúa en un estado social y democrático de derecho como es Colombia", expresó

Córdoba, del Partido Liberal, concuerda con lo afirmado por el periodista comunista Carlos Lozano, sobre que las acusaciones contra tres congresistas, tres periodistas, un ex candidato presidencial, una activista y tres extranjeros, hacen parte de una maniobra para quitarle notoriedad a los graves escándalos de la "narcoparapolítica" en Colombia.

"Carlos está en lo que es", dijo y precisó que está liderando un grupo de abogados que libra "una batalla jurídico-política muy interesante para el país, muy importante para quienes queremos que el mundo sepa la situación de postración ética y moral que vive Colombia".

"Ésta es una tarea difícil, pero no es la primera batalla ni es la última para quienes, como revolucionarios, reivindicamos una sociedad distinta y diferente y pensamos que Colombia merece una suerte mejor", añadió.

"Vendrán más ataques"

Aseguró que uno de los próximos ataques orquestados desde el Gobierno vendrá de la guerrillera recientemente desmovilizada Karina, con quien cree que intentarán vincularla.

"Ya Karina está también declarando contra nosotras, es una señora que yo no conozco bajo ninguna circunstancia".

Nuevamente, la senadora defendió la posibilidad de que países de América Latina "con sus presidentes, a la cabeza el presidente Chávez, (Rafael) Correa, Cristina Kirchner, Evo Morales, el nuevo presidente de Paraguay, con Brasil", conformen un grupo de naciones facilitadoras del acuerdo humanitario en Colombia.

Dijo que no detendrá su labor "para recuperar la libertad de los civiles, para comenzar el acuerdo humanitario", y se puso un plazo "de aquí a diciembre" para que "podamos estar obteniendo por parte de las FARC, en una oportunidad única en la historia, que termine el secuestro y que salga del conflicto interno como forma de lucha política".

Lamentó que el Gobierno no quiera reconocer "que hay un derecho de guerra" pero consideró que lo ocurrido será una nueva oportunidad para luchar por la justicia, "a ver si se le acaban las excusas al Gobierno para esconder la verdad".

"Yo me atengo a la verdad a lo que he hecho, a lo que el país conoce. Me atengo, afortunadamente, a quien respeto, que es mi poder natural, la Corte Suprema de Justicia y como dice el dicho popular: 'amanecerá y veremos'". TeleSUR / mc - MC

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